a mayoría de las semillas de plantas resistentes se siembran en surcos al aire libre donde han de madurar, pero algunas semillas de flores y de verduras (bienales y algunas de la familia de la col) se siembran en invernaderos y luego se trasladan al jardín. na buena preparación del suelo es vital para crear las mejores condiciones para la germinación y el crecimiento. Hay que roturar la tierra en invierno y dejar que se asiente sola. Antes de la siembra hay que pasar el rastrillo para nivelar la tierra y para desmenuzar los terrones que pudiera haber, luego se apisona hasta dejarla bien firme y se aplica un fertilizante siguiendo las instrucciones del fabricante. Finalmente se vuelve a pasar el rastrillo para lograr una superficie fina y desmenuzada. n la época de la siembra, el suelo debe tener una temperatura adecuada para que las semillas germinen y ha de estar húmedo pero no mojado. Guíese siempre por la temperatura y estado del suelo y no por el calendario. a siembra en surcos simplifica la tarea de espaciado, use por lo tanto un sistema de medidas para el espaciado correcto y un hilo para lograr surcos derechos. Si el suelo está seco, puede echar agua en el surco pero deje que drene bien antes de sembrar. No ponga las semillas demasiado hondo porque las plantas podrían no salir a la superficie, particularmente si son pequeñas. iembre en forma homogénea para asegurar un buen crecimiento, para evitar el derroche de semillas y el exceso de plantas cuando nazcan. Las técnicas de sembrado varían; puede colocar las semillas entre el pulgar y el índice y esparcirlas a lo largo del surco; puede colocar las semillas en la palma de la mano y dejarlas caer al surco dando golpecitos suaves con la otra mano o recurrir a cualquier artilugio simple para sembrar que puede conseguir en cualquier centro especializado. Las semillas grandes, como las de judías o de guisantes, se siembran con el dedo. Cubra las semillas con una ligera capa de tierra, pero no las entierre muy hondas. Finalmente nivele toda la hilera de surcos.