Título - Cuidado del cultivo

 
Riego

Una sequía prolongada puede dar lugar a una cosecha pobre o incluso malograrla completamente. Si a este período de sequía le sigue uno de lluvias intensas los tomates y las raíces se partirán. La solución es un riego adecuado, arte que debe aprender. Desgraciadamente, por lo general el riego se trata muy brevemente en la mayoría de los libros de horticultura. La razón es sencilla; anteriormente apenas existían sequías veraniegas y muchos horticultores eran capaces de cultivar con éxito su huerto sin ningún tipo de riego, excepto el pulverizar alrededor de los trasplantes.Sin embargo, muchos libros de horticultura americanos explican ampliamente diversas técnicas de riego. Sin una irrigación adecuada muchos cultivos darán resultados negativos en un clima seco. 


En primer lugar, hay que incorporar al suelo la cantidad adecuada de materia orgánica; esto aumentará la capacidad de retención de agua. Luego debe cuidar que los 12 cm superficiales del suelo estén completa y uniformemente húmedos pero sin estar anegados, en la época de la siembra o de la plantación.


Se emplea una forma granular o en polvo, y antiguamente la favorita era Nitrophosca Azul especial.
© Simón Roulstone


Por último, efectúe un acolchado a finales de primavera.Tendrá que hacer todo esto para asegurar un buen reservorio de humedad en su suelo; el resto depende del tiempo. Si se presenta un período de sequía prolongado deberá regar, especialmente, los tomates, los pepinos, los calabacines, las judías, los guisantes, los apios y las cebollas. La regla consiste en regar el suelo copiosamente y completamente cada siete días si el tiempo es seco durante el período crítico. Este período abarca desde la floración hasta el completo desarrollo de las raíces en las judías y los guisantes, y desde la fase de plántulas hasta la madurez en los cultivos de hoja. Añada 9 litros por metro cuadrado cuando riegue completamente y riegue preferentemente por la mañana antes del mediodía o por la tarde. Acuérdese de regar lentamente y junto a la base de las plantas. Con frecuencia, se emplea una regadera pero en realidad con una manguera la tarea es menos tediosa. Uno de los métodos de riego más efectivos, consiste en emplear un tubo perforado y situarlo horizontalmente entre las hileras. Sencillo... pero caro. 


En las zonas donde hay un determinado número de plantas grandes a tratar, es mejor emplear una técnica conocida como punto de riego. Esta requiere introducir una maceta vacía o formar un hoyo junto a cada planta. El agua se añade a la maceta o al hoyo. La causa principal del malogro o del fracaso de las bolsas de cultivo se debe a que se riegan siguiendo la misma técnica que se emplea en el huerto. Conservar el compost de una bolsa de cultivo con la humedad conveniente requiere una técnica diferente, y debe seguir las instrucciones del fabricante cuidadosamente.

Acolchado

El acolchado es una forma de abonado durante la estación. En primavera, extienda una capa de 1,25-2,50 cm a base de turba, compost descompuesto o mantillo de hoja entre las plantas jóvenes, una vez que éstas estén establecidas. Antes de esto, cultive y riegue la superficie para asegurar que esté húmeda, carente de malas hierbas y desmenuzable. El acolchado reducirá la pérdida de agua, aumentará el contenido de nutrientes, mejorará la estructura del suelo y suprimirá las malas hierbas.

Pulverización

Los que afirman que nunca precisan pulverizar son mentirosos, afortunados o bien cultivan escasos vegetales. Las plagas y enfermedades atacan tanto a las plantas maduras como a las débiles; la resistencia y el vigor no producen más inmunidad a las plantas que a la especie humana. Debido a esto, tenga siempre preparado un atomizador y un pulverizador de amplio espectro tal como Multiveg.

 


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Fecha de la última actualización Mayo 7, 2003
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