Estos esquejes se arrancan a finales de otoño o a principios de invierno,
eligiendo aquellos brotes que correspondan al año en curso y que para
la época ya ha de haber lignificado. Elija piezas de 15-23 cm de largo,
y córtelos justo por debajo de una yema, y. si el brote es tierno, corte
por encima de una yema terminal.
Los esquejes han de ser enterrados hasta la mitad o las 2-3 partes de su longitud en una zanja en forma de V, al aire libre y en un lugar del jardín bien drenado y protegido. Se ha de echar un poco de arena fina en el fondo de la zanja para estimular el crecimiento. Cubrir con tierra y afirmar bien; si la helada a aflojado alguno de los ejemplares, habrá que afirmarlos nuevamente: en caso contrario no enraizarán. Los esquejes leñosos se pueden enraizar en un compost que contenga mitad de arena y mitad de turba y se colocan en un almácigo cubierto o en tiestos
protegidos en un invernadero templado.
Este último método es esencial para la wisteria y la higuera. Los esquejes que han enraizado en la intemperie no deberán ser removidos hasta el siguiente
otoño, manteniéndolos bien regados y libres de malezas.
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