El abono, el riego y la aireación de un césped son tareas que deben hacerse todos los años. Entre las tareas menores de mantenimiento están el arreglo de huecos y hoyos, el rebordeado y la reparación de bordes rotos, y la eliminación de hierbas.

A menos que los hoyos sean de más de 2,5 cm de profundidad, son fáciles de rellenar con partes iguales de arena y tierra o turba arenosa y tierra, pasadas por un tamiz de 2 cm. Empiece poniendo algunos puñados de esta mezcla y barriendo o rastrillando bien entre las plantas de hierba; luego, ponga un poco más. No apisone: deje que la lluvia o el riego afirmen la tierra. Más adelante quizá sea necesario un poco más de relleno. Los hoyos de más de 2,5 cm de hondo se pueden rellenar gradualmente por el mismo método, dejando que el césped crezca a través de la cubierta de tierra, o bien se puede levantar la cubierta de césped de la zona deprimida y se agregarán entonces los puñados de mezcla que hagan falta, para volver a poner luego el césped en su sitio.

Corte una cruz en medio de la depresión, después corte líneas paralelas para dividir la zona en panes rectangulares. Levante los panes por un extremo con una pala y pliéguelos hacia atrás (1). Remueva el terreno con una horquilla para nivelar la depresión, y luego rastrille (2). Vuelva a poner y afirmar los panes en su posición (3). Espolvoree tierra en las uniones entre los panes (4) (ver Colocación de panes).

Dibujos © Richard Prideaux, Simon Roulstone y Steve Sandilands.